El hecho ocurrió en la localidad de Gorina, en La Plata. Tras el crimen, el acusado dejó a los chicos con una amiga de la víctima y se entregó a la Policía.

Luego de cometer el crimen, el agresor llevó a sus hijos a la casa de una amiga de la víctima y luego se entregó en la subcomisaría de Gorina. En diálogo con el diario El Día, Lorena Rueda contó cómo fue el momento en el que el agresor confesó el asesinato . “No lo podía creer, le reproché por qué la mató y me contestó ‘ya está, está, lo hice, lo hice’, con un tono de voz tranquilo, como de alguien que estaba resignado a saber las consecuencias de lo que ahora le espera”, relató.
“Me trajo no solo a los dos chicos, un varón de 12 años y una nena de 3, sino también la ropa de ellos. Me dijo que conmigo iban a estar bien y se fue a la subcomisaría, dijo que iba a pagar por lo que hizo”, detalló Rueda.
La mujer enseguida llamó a los hermanos de Susana y se dirigieron a la casa donde ocurrió el ataque. “Cuando llegamos estaba la Policía y nos pidió que entremos uno de nosotros con los agentes a la vivienda. El hermano no se sintió en condiciones de hacerlo y entonces acepté salir como testigo”, explicó.
De acuerdo a lo informado por los investigadores, cuando el femicida confesó el crimen, los efectivos se acercaron a la vivienda y se encontraron con la dramática escena. Enseguida llamaron al SAME, pero cuando los médicos llegaron al lugar, solo pudieron constatar la muerte de la mujer.